¿De dónde surgen los premios Óscar?

Con toda seguridad, el premio Óscar es el galardón más ambicionado por los trabajadores de la industria. ¿Pero de dónde viene? ¿Es determinante a la hora de hacer carrera o seguir manteniéndose en el medio? ¿Afecta por igual a todos los trabajadores del sector?

De los Óscar se ha especulado y escrito ríos de tinta, pero nosotros queremos apuntar al por qué de la constitución del premio. Qué impacto tiene en la industria, y por qué hay una vinculación directa e intrínseca entre el quehacer fílmico y los premios.

La conformación de la Academia

El premio de la Academia, más conocido popularmente como el Óscar, no es sino una forma de institucionalizar el medio. Así mismo, y en palabras de Joel W. Finler en su manual ‘El cine americano: Historia de Hollywood: Un viaje completo por la historia de la industria americana de cine’, 2010:

“Se ha sugerido que la Academia fue fundada por los jefes de los estudios, encabezados por Louis B. Mayer, con el fin de anticiparse a la gremialización de diversos grupos: los actores, los escritores, los directores y los técnicos.”

Aunque también, habría que sumar que el Óscar, es un premio que responde a una demanda de un cada vez mayor número de espectadores. A finales de 1920, las salas estaban repletas; suponía la constatación de que el cine era el nuevo espectáculo de la sociedad de masas.

Ello tenía que traer consigo un reconocimiento de los mismos, y de ahí, como es de esperar, surge el Óscar. El premio es dependiente de la Academy of Motion Pictures Arts and Sciences (AMPAS), conocida como la Academia, que fue fundada en 1927. Entre algunos de los fundadores figuran Irving Thalberg, Douglas Fairbanks, Mary Pickford, los hermanos Warner, Cecil B. DeMille, Raoul Walsh o el mencionado B. Mayer.

Ahora solo hacía falta un emblema, y para el Óscar, se concibió uno muy especial. El diseño corrió a cargo de Cedric Gibbons, principal director artístico de la Metro Goldwyn Mayer. Y se sugiere, que quien quizás sirvió de modelo fue Emilio ‘El Indio’ Fernández, refutado director y actor mexicano.

Se parece a mi tío Óscar

Es irónico, pero el nombre Óscar no se empezó a utilizar de forma oficial hasta 1931. La primera gala referida a las películas de 1927-1928 se llevó a cabo en un banquete y de manera bastante informal. Por aquel entonces, se halaba de Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.

El primer largometraje ganador a la Mejor Película fue ‘Alas’, de William A. Wellman. Sin embargo, el premio, no se empezó a denominar Óscar hasta tres años más tarde. La anécdota, involucraría en primera instancia a la bibliotecaria de la Academia de Cine, Margaret Herrick quién aludiría que la estatua le recordaba a su tío.

Y como no podía ser de otra forma, el galardón se quedó con el nombre del tío: Óscar. La implicación de los Premios de la Academia es tal, que llevó a que históricamente en todo el mundo, las distintas instituciones académicas conformasen sus propios premios.

El auge del Óscar, traería consigo el desarrollo del marco de los festivales de cine, que retroalimentaría a su vez a nivel interno la industria. Y no solo eso, sino que generaría en la actualidad un nuevo turismo de festivales de cine.

Así mismo, la ceremonia y gala del Óscar, supone uno de los eventos que mayor expectación causa a nivel global. Son unos premios, que definitivamente pueden impulsar la carrera de intérpretes y directores, favoreciendo su mantenimiento en un sector, en el que no es nada fácil introducirse y medrar.

En los últimos años, se considera que el premio Óscar ha perdido parte de su esencia democratizadora y meritocrática. Esta tendencia se iniciaría en los 40 con la dirección de Frank Capra, y se habría ido perdiendo progresivamente desde finales de los 2000.

Aunque en el pasado, se considera que también hubo films que perdieron frente a otros que habían sido más populares o allegados al público. Es decir, decisiones de última hora, que podrán estar influidas desde una serie de aspectos no artísticos, sino sociales, culturales y hasta políticos.

Uno de los últimos escándalos se dio en la del 2017 con el premio Óscar a la Mejor Película para ‘Moonlight’, de Barry Jenkins, habiendo sido nombrada previamente ‘La La Land’, de Damian Chazelle.