
Cualquier director tiene un tema sobre el que hablar en sus películas. Es lo que une a todos los cineastas a la hora de concebir un film. Por supuesto, en este proceso intervendrían las ideas, que como bien alude uno de los mayores exponentes del posmodernismo cinematográfico:
“Las ideas son todo. No somos nada sin una idea.”— David Lynch

No obstante, lejos de centrarnos únicamente en la génesis conceptual del film, en el presente artículo nos centraremos en el tema cinematográfico. ¿Es común en cada cineasta? ¿Hay matizaciones? ¿Y por qué está estrechamente vinculado a lo que entendemos como visión del director?
La universalidad del tema cinematográfico
“El equipo de una película funciona de un modo muy parecido a una orquesta: la suma de varias armonías puede cambiar, prolongar y clarificar la naturaleza del tema.”
Sidney Lumet, ‘Así se hacen las películas’, 1995.
El tema cinematográfico no es uno en particular. Son muchos temas que poseen un carácter universal, y que hallamos también en la literatura, en el teatro o incluso en la poesía. Si bien es cierto que está asociado habitualmente a la vertebración del guión, también no es menos cierto que es fundamental para el director.

Habitualmente, y como la historia del cine ha demostrado, aquellos cineastas y guionistas que comparten inquietudes similares, tienden a generar buenos films. Pensemos en la dupla Scorsese/Schrader en el ámbito norteamericano. Ambos desarrollaron interesantes y grandes proyectos en torno a cuestiones de fe, sobre la violencia y la redención.

Otro ejemplo más reciente y representativo sería el de la colaboración Iñarritu/Arriaga en la trilogía de la muerte (‘Amores Perros’, ’21 Gramos’, ‘Babel’). Sin ánimos de alejarnos de la definición del tema y de aquellos que tienen implícita la universalidad a la que aludíamos.
El tema no es sino sobre lo que trata la película. No a nivel narrativo-descriptivo con respecto a específicamente qué les sucede a sus personajes; esto es la trama. Sino el argumento universal que sostiene la dimensión temática que el director toma para narrar la historia que desea contar. Algunos de los más conocidos serían:
El regreso al hogar: que en literatura encuentra su máximo exponente en ‘La Odisea’, de Homero.
El complejo de Edipo o de Electra: nuevamente retornamos a la dramaturgia griega, tiene que ver con la rebelión contra los progenitores en la búsqueda del yo.
La venganza: con toda seguridad no encontraremos obra como el ‘Hamlet’, de William Shakespeare, que mejor represente este argumento.

La fundación de una nueva patria: históricamente ligado a ‘La Eneida’, de Virgilio, que narra los viajes de Eneas hasta llegar a la península itálica y la posterior conquista y fundación de Roma.
El intruso benefactor: sustentado ante todo en el Nuevo Testamento, concretamente, en la vida y obra de Jesucristo.
El pacto con el diablo: un argumento que toma prácticamente como principal referencia la leyenda alemana de Fausto.

El amor prohibido: imposible, debido a que sus consecuencias tienden a ser trágicas para los amantes. ‘Romeo y Julieta’, de Shakespeare, es el mejor ejemplo del mismo.
La búsqueda de un tesoro: que fundamenta mitos o leyendas en torno a objetos como el Santo Grial, artefacto divino clave en las leyendas artúricas.
El ser desdoblado o enfermizo: aquel individuo incapaz de asimilar dos substancias en su fisicidad, generando un profundo conflicto interno que se exterioriza hacia los demás. ‘El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde’, de Robert Louis Stevenson es el referente por antonomasia.

El director y su visión del mundo
“Dadme dos horas de vida activa y veinte horas de sueños, con la condición de que luego pueda recordarlos.”
Luis Buñuel, ‘Mi último suspiro’, 1982
La visión del mundo del director emerge del planteamiento temático que se lleva a cabo en la película. Es decir, visión y tema, están adheridos casi de forma indisoluble, si bien es cierto que el primer término evoca también al aspecto formal.
No todos los cineastas van a abordar el tema de igual forma, sino que partiendo de su visión del mundo lo harán de una u otra manera. Es aquí, donde también entrará en juego el cómo abordan las ideas asociadas al tema, sus referentes fílmicos y su propio entendimiento de la narración audiovisual.
Para una mejor comprensión, he optado por mostrar cinco cineastas en los que abordar su visión del mundo y su tema más recurrente. Todo director, inevitablemente, tiene un tema principal y otros secundarios, pero nos centraremos únicamente en el primero.
Luis Buñuel (1900-1983)

- Visión del mundo: El deseo como potencia de acto impotente
- Tema principal: La mujer adúltera
Si bien es cierto que, a nivel de argumentos universales, el genio de Calanda, abordó varios de ellos: ‘Él’ (Celos), ‘Los olvidados’ (La venganza), ‘Nazarín’ (El intruso benefactor) … En síntesis, Buñuel siempre integró en su filmografía a unos personajes que poseían un deseo incapaz de consumarse.

Y que habitualmente era potenciado desde el subconsciente por los sueños, mostrando el culmen del absurdo en la represión de los mismos… Su tema más recurrente en su filmografía es el mencionado; y es que la infidelidad no hace pocas veces acto de presencia en sus películas.
Robert Bresson (1901-1999)

- Visión del mundo: Solo somos libres cuando asumimos nuestra voluntad de acción y nuestro destino
- Tema principal: El amor redentor
Bresson, por su experiencia personal en un campo de concentración, siempre ha tratado el subtema de la reclusión y la falta de libertad. Esto condicionó en él una visión del mundo hasta cierto punto, existencialista, y rayando el pesimismo.

En sus films, sin embargo, tiene en cuenta la posibilidad redentora del amor, aunque este amor no tiene por qué ser necesariamente fruto de un romance: ‘Diario de un cura rural’ (amor de Dios), ‘Mouchette’ (amor propio), ‘Pickpocket’ (El amor de una mujer).
Stanley Kubrick (1928-1999)

- Visión del mundo: La humanidad es accidental y por tanto, imperfecta
- Tema principal: El autoconocimiento
A Kubrick siempre se le ha calificado como un director de marcado carácter megalómano y misántropo. En algunas de sus películas se ha interpretado un cierto rechazo o desprecio por la humanidad.

Nada más lejos, siempre estuvo interesado en el concepto de autosuperación niztchesiano del superhombre. Aspirar a ser la mejor versión de uno mismo, pero siendo también consciente de la futilidad de la existencia humana.
Andréi Tarkovski (1932-1986)

- Visión del mundo: La belleza a través del arte está por encima de lo temporal
- Tema principal: El retorno al hogar
La concepción primaria del cine para Tarkovski es poética, y eso se traslada también a la vida. Su fundamento es la búsqueda de la belleza, o la manifestación de la misma en distintas formas. Sin embargo, en sus películas sobre personajes que han de volver al hogar, muchas veces no lo hacen de forma física, sino espiritual o emocional.

Roman Polanski (1933- )

- Visión del mundo: El mundo es un lugar cruel y repleto de peligros
- Tema principal: El intruso destructor
Aunque hay una amplia diversidad temática en la filmografía de Polanski, ningún otro tema ha encajado en su visión del mundo como la nombrada. Los peligros y la crueldad siempre vienen derivados de una entidad intrusiva. Esto es remarcable en su trilogía del apartamento (‘Repulsión’, ‘La semilla del diablo’ y ‘El quimérico inquilino’).

“En el fondo las tres películas comparten ciertas ambigüedades, ciertos matices y situaciones en las que las líneas entre cordura y paranoia son a menudo difusas, pero en las que los vecinos, formen parte de una conspiración o no, acaban siendo un incordio.”
José Ángel Barrueco, ‘Cuando el vecino es la amenaza’, “Trilogía del apartamento de Roman Polanski”, N º 2, Solaris, textos de cine
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