3 maestros cineastas que siguieron su propio camino

Si algo parece estar claro tanto en el cine como en la vida es que no existe un «método», y que para alcanzar un mismo objetivo, pese al afán por las recetas, existen multitud de alternativas.

Tenemos la costumbre de compararnos con los demás, y aunque en ocasiones esto pueda ser un medio para aprender y corregir errores, en otras, se convierte en una carga difícil de soportar que nos hace pensar que nuestra situación o contexto particular nos impide alcanzar un objetivo que otros lograron.

En este artículo vamos a mencionar a tres grandes maestros del cine que siguiendo diferentes trayectorias lograron pasar a la historia del cine como algunos de los más importantes innovadores del medio audiovisual.

Seguramente alguno de sus nombres os haya podido venir a la cabeza, dado que obtuvieron fama precisamente por el hecho de tener un muy particular acercamiento al mundo del cine.

Mencionaremos además tres películas imprescindibles de cada uno de ellos, y alguna cualidad particular de las mismas y de por qué su visionado debe ser imprescindible y obligatorio para todo amante del séptimo arte.

Alfred Hitchcock (1899-1980)

El archiconocido “maestro del suspense” tuvo una vida muy dura desde muy pequeño. Se vio obligado a abandonar sus estudios de ingeniería para trabajar, debido a la prematura muerte de su padre.

Su habilidad para el dibujo le llevó a ser contratado prontamente en una importante agencia publicitaria, para después presentarse en la Famous Players-Lasky (antecedente de Paramount Pictures), cuya sucursal acababa de ser abierta en Inglaterra.

No tardó en asistir con su portafolio, y en ser contratado como ilustrador de rótulos de películas mudas. En esa empresa productora fue desarrollando diferentes funciones, desde trabajar como director de arte, en decorados, escribiendo guiones y finalmente dirigiendo.

Como obras destacables (aunque todas lo son):

‘La Soga’ (1948): por el prodigio técnico que conlleva el intentar generar una película en un “falso plano secuencia” como si de la grabación de una obra de teatro se tratase.

‘La ventana indiscreta’ (1954): por su forma de narrar desde la perspectiva voyeur, así como por el logro artístico de recrear la fachada entera del edificio que observa con sus prismáticos el protagonista. Y sin movernos en ningún momento de su habitación.

‘Psicosis’ (1960): considerada por muchos su obra maestra, con permiso de ‘Vértigo’ (1958). Por ya no solo tener el asesinato más terrorífico y violento de la historia del cine; Psicosis es una clase de puesta en escena, montaje, iluminación y de guión. Y creó un subgénero: el slasher.

Orson Welles (1915-1985)

Welles siempre recibió una educación ecléctica y poco convencional por parte de su madre, una pianista y sufragista, lo que le llevó a interesarse desde muy precoz por todas las artes. La primera de todas fue la pintura, antecedente de su fascinación por la imagen.

Más tarde se dedicaría al teatro, actuando desde los 10 años en obras escolares, las cuales escribía, dirigía y protagonizaba. En 1931 y con 16 años se marchó a Irlanda, a trabajar en el teatro de Dublín, donde prosiguió formándose. Al año siguiente ya debutaba en Broadway con Romeo y Julieta.

No tardaría en interesarse por la radio, llevando a cabo la famosa locución con varios colegas para la CBS de La Guerra de los Mundos de H.G. Wells. Después de aquello vendría su interés por introducirse en la industria del cine.

Su predisposición natural, fruto de su educación y de con toda seguridad, un genio superdotado, lo llevaron a desarrollarse al máximo en todos los ámbitos que abarcó, dejándonos obras capitales como estas:

‘Ciudadano Kane’ (1941): considerada por muchos la mejor película de la historia del cine. No es para menos, teniendo en cuenta cómo Welles innovó con el empleo de la profundidad de campo sobre las enormes localizaciones que empleó para este magnífico retrato, en parte ficción y en parte real, del magnate de la prensa amarilla, William Randolph Hearst.

‘La dama de Shángai’ (1947): por su nada convencional estructuración de guión, así como por la experimentación de su montaje y de cómo no, la famosa secuencia de los espejos.

‘Sed de mal’ (1958): Para muchos, su auténtica obra maestra. Es todo un despliegue de virtuosismo técnico-estético, con una dura historia que explora como siempre, temáticas nuevas y poco convencionales. Para la posteridad, su espectacular plano secuencia de apertura.

Akira Kurosawa (1910-1998)

Comenzó realizando labores periodísticas en su juventud, y no sería hasta 1938 cuando supo de la existencia de un programa de aprendices de director de cine en los estudios de cine Toho. Pasó a ser discípulo de Kajiro Yamamoto, uno de los cineastas más importantes del momento.

Soportó la pérdida de sus tres hermanos en distintos momentos de su vida, sucesos que le marcarían para siempre. Kurosawa hizo recurrentes en sus películas temas de libros occidentales que le atraían.

Kurosawa nos dejó obras maestras como las siguientes:

‘Rashomon’ (1950): por su empleo de elementos meteorológicos, su única y original estructura narrativa que cuenta un crimen desde cuatro puntos de vista. Así como por su seguimiento de las interpretaciones con teleobjetivos desde distintos puntos de vista.

‘Los siete samuráis’ (1954): catalogada por muchos como la que es su obra cumbre. Más de tres horas de cine de aventuras que adquiere el peso dramático y en su contenido de narración literaria, un despliegue de medios espectacular y una de las puesta en escena más espectaculares de la historia del cine.

‘El infierno del odio’ (1963): considerada por este servidor y humilde redactor, como la auténtica obra maestra de Kurosawa. Una magistral clase de cómo abordar una investigación policial de manera cinematográfica en uno de los primeros (y más perfectos) thrillers de la historia del cine.

Como podemos apreciar en este artículo son muchas las formas en las que alguien puede llegar a convertirse en director de cine, así que si sientes que tu situación, tu realidad, o tu trayectoria, no se adecuan a un modelo supuestamente necesario para llegar a ser director de cine, piensa que eso es solo una ilusión, y que lo verdaderamente importante es seguir luchando por aquello que deseas.

13/04/2020

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