El viaje y la sorpresa en los planos secuencia de Mijaíl Kalatózov, Francis Ford Coppola y Martin Scorsese

Para la construcción de una obra audiovisual, es crucial seleccionar la parte de lar realidad que nos interesa y decir que NO al resto. Todo cuanto aparece en pantalla es una pequeña porción de significado que el director pone al servicio del espectador para ayudarle a entender el film. La intención, por tanto, está en cada corte, en cada detalle, secuencia, elemento…

Hoy hablamos de la sorpresa y el viaje en el plano secuencia. Todo tiene que estar perfectamente integrado en un único tiro de cámara, como si de una orquesta se tratara, donde el espectador, además, vive el mismo presente que lo que está en la pantalla. No se manipula, en ningún momento, el tiempo. Ese carácter orgánico ayuda a dotar a la película de una verosimilitud tal, que parece formar parte de una realidad común y supone, para el espectador, una expectativa que debe ser cumplida al final. La  sorpresa es crucial para entender el porqué de una correcta utilización del plano secuencia.

Así pues, el director siempre quiere decirnos algo.Y es que el plano secuencia nos da la sensación de que la realidad sigue orgánicamente las pautas que uno mismo ha dado.

Yo soy Cuba (1964) – Mijaíl Kalatózov  

Se trata del funeral de un estudiante. Las calles de La Habana están repletas de gente por el asesinato de un joven ante la policía. Empieza en la calle y, al llegar a la esquina, sube tres pisos donde se ve el funeral de todo, con un gran plano general. Al verlo, los viejos del lugar muestran y cuentan como se hizo. Ellos mismos son un alarde, en este caso un viaje metafísico. Se hizo con un cable muy fino perfectamente tirado.

Goodfellas Copacabana nightclub (1972) – Francis Ford Coppola

Todo esto es un único plano. Lo interesante son las decisiones del director. Juegan con las expectativas de todos. Entramos por la puerta de servicios, cruzamos la cocina, abrimos las grandes puertas del salón y vemos como preparan una mesa exclusiva delante del altar. Vemos que se trata de un hombre que tiene gran poder en el restaurante y que él está fuera de toda norma. Por otro lado, tenemos un contraste entre lo que sería evidente por su posición, y lo que nos muestra entrando por el servicio. Esto es la sorpresa y la expectativa del viaje, de su desconcierto en el espectador y  de lo que vamos a descubrir. Hay una adecuación entre la técnica y su intención.

 Toro Salvaje (1990) – Martin Scorsese

Comienza entrenando en el vestuario antes de combatir. Martin Scorsese centra el personaje y lo aísla del resto enfatizando la soledad y la repercusión de lo que vamos a ver. En éste video se ve muy claro el carácter de viaje y de cumplimiento de expectativas por parte del espectador. Llegamos al final del film y queremos saber cuál es su conclusión con un combate muy esperado. Como sin de un rito se tratara, Scorsese nos muestra durante un minuto a Toro Salvaje antes de combatir, calentando y caminando al ring con su equipo. Todo dura hasta que sube al ring, ha llegado al fin de su viaje y, con él, finaliza el plano secuencia.

Estos son unos pequeños ejemplos de lo que se puede conseguir con la utilización de ésta técnica y el porqué de ella. El plano secuencia es un plano en continuidad sin cortes donde se nos presenta un montaje interno por medio de una coreografía. Es una cuestión de organizar la coreografía de los elementos en cada plano. Se trata pues, de  un viaje, también de un alarde técnico. El plano secuencia significa el control milimétrico de cada elemento. Todo hace que lo que ocurre sea veraz. Los planos secuencia tienen un carácter de viaje donde, como es lógico, el final es muy importante. Es una promesa hacia algún lugar.

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